jueves, 10 de noviembre de 2011

Cuerpos que no comen: La Belleza como Malestar de la Cultura


“La belleza no tiene utilidad evidente ni es manifiesta su necesidad cultural…

y sin embargo, la cultura no podría prescindir de ella”.

S. Freud

Juventud, venga a nosotros tu reino y no nos abandones jamás, pues el día que nos faltase tu gracia, la terrible oscuridad de fin invisible cercados nos tendrá.

Maldición de fatua piel arrugada. Confinados seremos a tu desdén y a la locura de tus rumiantes viejas glorias.

Ten piedad de nosotros juventud, tengan piedad de nosotros, tiempo y gravedad. Tengan piedad, te rogamos inmaculada Señora de la Juventud, que en la belleza seremos uno sólo. Por fin seremos de oceánica armonía.

Danos siempre besos de amor y belleza, Venus, pues de belleza es la aspiración humana y de admiración es la colectiva necesidad. Confundamos aplausos, desempolvemos las brochas, juntos engañemos a la soledad.

- “Foto, foto” – Las personas se forman, amplían la sonrisa, disminuyen el abdomen. Así se preparan para la inmortalidad.

Dicen que una imagen dice más que mil palabras y que a las palabras se las lleva el viento. Pero allí, entre memoria visual, bastones y conos se acomodan los pixeles de la realidad en sus formas perfectas, esas únicas e irrepetibles que dan origen a la curva adecuada y forman el perímetro para que, en fascinante suma de sinapsis, la imagen quede registrada. La conexión primaria es única pues “como te ven te tratan” y súbditos somos de la primera impresión.

- Sonrían – El flash deslumbra, estrella eres y en estrellado te convertirás.

- ¡Las curvas de esa chica! ¡¿Quién habrá inventado esa preocupación que tanto nos excita?!

El ansia de tener juventud es ansia por la novedad y por poseer el “irresistible” olor a nuevo. Olor mezclado con el cándido mirar que nos hará presuponer la inocencia y permitirá incrementar(nos) el valor del cuerpo.

Así, lo más preciado que posee un cuerpo poco se parece a un corazón puro, se asemeja más al contenido del espejo como objeto. Juventud e inocencia presumen venir de la mano. Mano que al amor del otro suda y nunca pervierte, mano firme, mano santa de mañanas dominicales y mano negra por las noches, mano amiga de todas las madrugadas.

Imagen de niña fijada por la iconografía como belleza ideal, condena de la mujer madura a la invisibilidad (Mernissi, 2001 citada por Varela, 2005).

En la “inocencia” los cuerpos encuentran su social y femenino valor. Un cuerpo casto es un cuerpo de Dios. Valoramos las formas y su potencia, valorar lo que se tiene es bueno, pero pareciera que su presunción e intercambio creen también serlo.

Se intercambian los cuerpos para obtener poder y experiencia dentro de las culturas. Nunca la mujer ha sido tanto objeto como lo es a día de hoy (Etxebarria & Nuñez, 2002). Las virginidades se pactan, se compran; hay virginidades que se venden.

Un cuerpo experimentado es un cuerpo adulto y en él, entre lunares y cicatrices, ya están trazadas las rutas de las andanzas diarias. Entre más experiencia menor inocencia.

- “A veces los sueños se pueden volver pesadillas y lo que menos quiere un niño es convertirse en adulto”.

Deseamos los cuerpos jóvenes de las amazonas tan llenos de vigor, piel tersa y deseo; se desdeña a la vieja llena de cansancio, arrugas y mal humor ¿A quién le importa su experiencia ancestral cuando sobre la tabula rasa en flor yace el valor de una amazona? ¿Quién quiere leer entre arrugas cuando se puede escribir un orgasmo en el cuerpo por vez primera?

El mensaje es claro: Se rechaza la vejez porque la vejez es rechazo. Huele a muerte de lo social, del cuerpo como valor de uso y valor de cambio. Nadie ha de rechazar a la mujer hermosa y generosa.

Las tres fuentes del humano sufrimiento: La supremacía de la Naturaleza, la caducidad de nuestro propio cuerpo y la insuficiencia de nuestros métodos para regular las relaciones humanas (Freud, 2007).

El arma utilizada contra las mujeres es el tiempo (Mernissi, 2001).

Terror a la vuelta del calendario. Tiempo venga a nosotros tu compasión y reloj no marques las horas porque hemos de enloquecer. “Guardián del tiempo, rompe el viento y cierra de una vez aquella misteriosa puerta del tiempo”. Padre guardián Cronos, otórganos las horas y minutos para tonificar, ejercitar y adelgazar. Mujer del infomercial compártenos tu secreto de las encantadas clínicas de belleza. Como adictos a la imagen nos encomendaremos a la gracia de la perfección.

Sentimiento oceánico falso, lo que nos une es el dolor.

Bendecidos sean los remedios y rituales para rendir culto al cuerpo, que el cuerpo es templo de nuestra búsqueda de completar la autoimagen de piezas chuecas y deformadas.

Los cosméticos sólo son un problema cuando las mujeres se sienten invisibles o inútiles sin ellos (Wolf, 1991).

Belleza, valor universal y a la vez de nadie. Cánones de occidente, oriente, norte y sur. En todos sentidos y a la vez sin sentido. La ciencia de la estética investiga las condiciones en las cuales las cosas se perciben como bellas, pero no ha logrado explicar la esencia y origen de la belleza (Freud, 2007).

La búsqueda de autoimagen se nos desborda y bienvenida sea la frivolidad. El mito de la belleza prescribe una conducta y no una apariencia. Así, la belleza toma su social función (¿Alguna vez tuvo otra?) y tener belleza se convierte en tener estatus.

En el ámbito de la economía, el siglo XX creó otra enorme bolsa de consumo. Nos es impuesto por la sociología popular, las revistas y la ficción con el fin de disimular el hecho de que la mujer en su papel de consumidora ha sido esencial en el desarrollo de nuestra economía industrial… Si una conducta es esencial por razones económicas, se la transforma en una virtud social (Galbraith citando en Wolf, 1991).

La belleza es valor axiológico. La belleza es valor monetario. La estética no sabe responder con certeza qué es la belleza y nos deja sólo la siguiente certeza:

Si se es bello entonces se es bueno, si se es bueno se es admirado, si se es admirado se es aceptado; la belleza es aceptación. Si la belleza nos recubre, desaparece entonces la fealdad interna. La belleza funge como máscara, como máscara y defensa, es herramienta de cuerpo y mente.

- “A veces los sueños se pueden volver pesadillas y lo que menos quiere un niño es convertirse en alguien odiado”.

Entre las máscaras vive el qué dirán, entre las caras vive el ni qué más decir. Tras una cara bonita viene la idolatría y la gracia. Las coquetas maneras se sientan a comer cuando los cuerpos juegan sobre las camas. Deséenme en la belleza, deséenme que los desee.

El ser humano se atormenta por tener deseo, por las ideas paganas y de lujurias que se revuelcan entre sus lóbulos cerebrales; se le retuercen de escozor entre la memoria de los latigazos de la inquisición; entre la deuda eterna por el sacrificio del mesías por los pecados que aún no cometía.

La belleza es el goce por el otro.

El ser humano carga su cruz, la belleza es la cruz del mundo pero es una egoísta enmascarada, lo que más desea es ser admirado y reconocido. Fondos y símbolos que sólo el más cínico ha de aceptar. En una sociedad donde lo único que se posee cuando la pobreza ataca, es el cuerpo, este ha de ser instrumento único de las glorias permitidas.

“Recuerda que tu cuerpo y tú son lo mismo”. El cuerpo es la herramienta de trabajo, de industria capitalista o industria del sexo, como sea, cuanto más produzca tu cuerpo, más productivo eres tú. Mantenlo sano, come frutas y verduras, toma dos litros de agua al día y fumar es causa de cáncer. Que nadie sepa que te destruyes con tu agitado estilo de vida.

- ¡Sombra aquí, sombra allá! ¡Maquíllate! ¡Maquíllate! Un espejo de cristal y mírate y mírate.

Pero no me mires, que no me he puesto el maquillaje, no me mires que desnudos están mis defectos y podrías despreciarme. Defectuosos somos, la frivolidad lo ha dicho, lo ha vomitado sobre las ciudades, lo hemos visto en nuestros espejos.

El cuerpo y otras cosas que no se aman, relatos del agua Bonafont que por la tubería el dolor se lleva. Expulsión desde las entrañas de la vida que no nutre, de las calorías que sólo se multiplican, grasas que aterrorizan, boca que se cierra, alimento que no se mastica, trastorno alimenticio que aprovecha, yace y se anida.

Idea incómoda que hará desbordar la báscula; falta de equilibrio pues la felicidad sigue afuera y la angustia dentro. Es eso lo que pesa, pesa el miedo del cuerpo, y el pesar es por cuántos kilos se ha de pesar.

Vorágine delirante la alteración del pensamiento. El peso ideal es la vida ideal. Pero en el mundo de apariencias tras bambalinas yace la terrible oscuridad. ¡Rompa el espejo, rómpalo! Pero ¿Cómo romper la imagen si la imagen es lo único que sustenta?

Perversa relación entre belleza, autoestima y codicia capitalista en lo que se refiere a las mujeres.

Aunque se rompa el espejo, centro de odios y sufrimientos, nada marchará a la perfección. Tras las pupilas todo lo que se ve se hará en blanco y negro. Polaridad que no es otra cosa que la estrecha visión del mundo impuesta. Fealdad o belleza, felicidad o sufrimiento. Son las premisas dadas, el imperativo del dogma. Es la ley natural del paso del tiempo que no se olvida.

Fácil no es aceptar que uno puede convertirse en aquello que tanto detesta. Convertirnos en personas feas, en personas obesas, en personas viejas, en personas amargadas, en personas extremas.

Dicen que el tiempo cura todo y que el tiempo no perdona ¿Por qué ha de perdonarnos la vejez y pérdida de belleza? La inyección de botox no es en sí misma una inyección de vida; Paraliza los músculos pero no las manecillas.

Cuerpos que no comen

Bocas que se cosen con hilo, hilo de voluntad, belleza y estereotipo. Obtener las formas perfectas es obsesiva compulsión. Aguja del temor de ser visto en el estado actual, así… tan despreciable ante los propios ojos. Nudo de la garganta que quiere gritar. Ojal que es vacío interno. Se debe zurcir lo que cuelga, cortar con tijeras las orejas para no escuchar quien comenta el malestar evidente. Dobladillos de identidad, sanidad por fuera y sufrimiento por dentro. Costuras de comportamiento social, Si has de comer hazlo cuando los demás te vean, así no pensarán que no comes. Vestidos de tallas menores, tallas que no aprieten, que no desborden que vivir así no se quiere.

Platillos para dos. Caldos de pollo para el alma bajos en calorías.

En el trastorno el mundo se come a mordidas de La Nada pero la nada es inalcanzable. El cuerpo por naturaleza no sólo caduca, también es voraz. Insaciable, nunca obtiene satisfacción. Hay que alimentarlo en contra de la propia voluntad.

Las madres alimentan y al hacerlo dan amor. Las cazuelas son una extensión de su feminidad domesticada. Pero la niña no quiere comer, y puede que lo ingiera todo para ganar el afecto y la aprobación, o podrá comerlo a medias, o quizá tampoco abra la boca, porque lo que desea no lo puede dar la madre, porque el deseo es algo externo a la demanda, como algo más importante que la necesidad alimenticia, se sostienen así el deseo de Otra cosa. Deseo vivo, deseo externo. Las personas que no comen tan sólo desean desearse.

En la Anorexia la persona hace lo contrario a lo impuesto, a esa demanda incondicional o bien como dice Lacan come nada.

La relación establecida con la palabra Nada es muy particular “Hay que decir que todo es perfecto, o mejor no decir nunca nada porque nunca llegarás a nada, no pienses en nada pues solo se siente un enorme vacío, nada”.

A la nada que se siente, el ser anoréxica brinda un ser, qué más le da que sea un ser casi agonizante.

El malestar excede en la cultura, el malestar se instala sobre el cuerpo. Cuerpos como cartografías del hambre, cartografías del querer ser, del querer pertenecer. Princesas Ana de la insatisfacción, reinos de castillos en el aire que caerán muertos de bajo peso. Analogías que nos dejan la fantasía y en la fantasía la irracionalidad. Princesas Ana de dragones internos, trampas de espejos. Hadas que podrán conceder todo, la belleza, las gracias y las artes, pero que son conscientes de que nunca, aunque la petición sea explicita, nunca satisfarán el deseo. Es la maldición de las brujas, de la fealdad, de la obesidad. Es la envidia que las Princesas Ana perciben. Es su fortaleza de la voluntad el no comer, es la fragilidad del otro sucumbir al hambre. En cuanto mayor gobierno de sí tenga, más Princesa, más perfecta y más inocua.

El mal está afuera. Para la persona con anorexia, el malestar no es la belleza, es tan sólo la búsqueda.

Bibliografía

Etxebarria, L., & Nuñez, P. S. (2002). En brazos de la mujer fetiche,. Barcelona: Destino.

Freud, S. (2007). El malestar en la cultura. México: Colofón S.A. .

Mernissi, F. (2001). El harén en occidente. Madrid: Espasa.

Wolf, N. (1991). El mito de la belleza. Barcelona: EMECE.

jueves, 6 de octubre de 2011

"Martirio que dure más..."

Cada historia tiene su propia historia y no es que las mías sean la excepción. Lo cierto es que siempre he necesitado de alguien que me inspire a escribir para comprender en lo simbólico y en lo cognitivo las faltas que me hacen y las ausencias que me sobran. Necesito de mis historias para entender también las pausas y medir las distancias, calcular los tiempos y balancear los equilibrios.

Y la historia de esta historia no es más que mi simple y vana historia. Se trata de un chico que conoce a otro chico, quienes sienten que el mundo en el que viven, por supuesto, les queda chico. Sobra la zozobra, abunda la incertidumbre que les redunda. Habitan los silencios y se atascan cada viernes a besos.

Se trata de un chico que conoce a otro chico cuando sabían que ya se conocían de hacía tiempo en clase. Se trata de las veces que miras sin mirar y oyes sin oír, de las veces que ríes sin reír y pasas desapercibido porque ni siquiera interesa pasar.

Se trata de lo que abarca la casualidad que no alcanza y de cómo brinda con el tequila, del momento en que se abraza de los baratos alcoholes y se emociona porque el clic que ocurrió entre ambos es tan fuerte que el récord Guiness tuvo que pasar dos veces. Sí, dos veces, una por el clic de tremenda atracción y la otra por la velocidad de un tercero que en parpadeos se lo llevó al baño a hacer cosas que hacen los adultos en fiesta, dejando al autor boquiabierto, estupefacto.

Bueno, en realidad también hubo un tercer récord, fue del premio ganador que se llevó la exacerbada intensidad del brote psicótico de quien humildemente escribe, ese que cuando notó por la ventanita del baño, como las dos cabezas se juntaban intercambiando salivas y como una bajaba mientras la otra lo miraba hacia abajo.

A ese tercero, narciso de su propio cuerpo, parece que le gustaba mirar al otro descender. En este párrafo se trata mi historia de la experiencia de saber de sobra, con absoluto cinismo, que no toda la oralidad es necesariamente de boca en boca, se trata mi historia de saber que cuando una boca se abre y se ocupa, a la vez que la otra se abre y jadea, es porque lo que ocurre, es justo que “algo ocurre”. Ocurren las prácticas que evitan decir su nombre, ocurren las prácticas de las que emanan la vida y… de las que emanaron mi muerte de infarto esa noche. Muerte de la expectativa del “esta noche no dormiré solo”, muerte del “verbo mata carita”.

Ocurre que las emociones ocurren así como así, abalanzadas todas por vez en mis brotes, que se abalanzan sin balanza y sin conciencia de sus daños. Gritan, emocionan, ríen, lloran y callan para que no golpee, para que no arañe, para que no me mate, para que no me maten las ilusiones. Para que se lleven todo, todo menos mis ilusiones. Ocurrencias que me ponen malito de mi ausencia de realidad.

Pero vamos que nos perdemos en vanidades, en las vanidades del tercero de la fiesta de metálica sonrisa y rizados cabellos y que de esa noche no pasó. Enfoquémonos que nuestra historia trata del “tratarnos”, es la historia del conocernos, del trabajarnos, del tocarnos, del platicarnos, del acompañarnos y escondernos, trata del aparearnos sin aparecernos.

Trata de como contribuyó a mi búsqueda, de esa mi conclusión a la decisión de por fin tener unión. Trata sobre mi interés y emoción, de mi espera y ambición. Trata siempre del “tratar”, del eterno “querer” y lograr sin conseguir. Habla sobre las medias tintas y las tintas que se quitan las medias. De las llamas que encienden y calientan que se rehúsan a quemar y cocer. De las dichas no dichas. De las tareas que en mi casa íbamos a hacer y que por placer no hicimos.

Habla de los extremos en los que nos movimos, de las profundidades que atravesamos, de las risas que nos sacamos y las preguntas que nos hicimos. Habla sobre nuestro viaje de feromonas, sobre mis fallidas conexiones de neuronas, sobre mis ideas sobre tus hormonas y mis hipótesis de cómo te enamoras. Habla de los mundos que se crean y de cómo mi pupila al verte se recrea. Habla del viaje todo incluido, ese que es emitido por la agencia de viajes del sistema de transporte colectivo Metro, de observatorio a pantitilán y de pantitlán a observatorio. Observatorio de lo que observo sin ver, del observo obseso, del obseso observarte.

Habla sobre eso fortuito que sí hicimos cuanto quisimos y mi falta de certeza para saber cuánto fue de cierto si es que nos quisimos. Una exageración nomás por no dejar, que es mi historia y me permite soñar.

Se ocupa del goce y el retoce. Es la historia del “hazme piojito” y la terrible fijación del bichito de caminar por tu espalda. Es la historia del sueño cuando “tenías sueño”, es la historia de lo que no soñamos y que solos alguna vez imaginamos.

Detalla lo que te incomoda y lo que te acomoda, detalla que contigo no pensé en la talla.

Es relato de la nueva y especial graduación de mis lentes al verte, de las ansias, de las ganas, de mis nuevas pláticas, de mis renovadas ganas, de mis por fin olvidadas comparaciones pasadas, de mis planes y añoranzas, de mis mensajes y tus respuestas, de mi espera y mi esperanza.

Es crónica dedicada, es historia no culminada, es canción anhelada, tu canción bailada, es tu canción cantada, es mi razón decantada.

Es narrativa de cómo empecé a hablar de ti y hablarme de mí en ti. Es batalla de sonrojos, de despojos y arrojos. De cuentos que no son cuento, de los cuentos que contaste en tu casa para después contarme que juntos nos contamos y medimos los placeres contables.

Es escala de tus infra ronquidos, de tus infra palabras, es escala de mi insomnio de saber que escalabas entre sueño REM y NREM. Son las siglas de tus obviedades, las cortesías y tus variedades.

Nos platica sobre tu música, sobre tu idioma y mi idioma, sobre tu inglés y mi español, sobre los compases y los contrastes. Descansa sobre el “bailes y no bailes”. Nos recuerda la música, nos cuela la postura, nos pone la atadura. Relata sobre mis caras duras y tus partes duras.

Se enfoca en la locura de las aguas, de la acuarela del polvo sobre el agua y el mezcal. Se enfoca en los pixeles entre cordura y sabrosura, entre la espera del mensaje que perdura.

Obedece al regreso a clases, a la repetición de las mismas frases. Obedece a las amistades que me compartes, al “amor, frente a ellos no te disfraces”. Se rige por el viernes, por el “tal vez vienes” y entre vas y vienes la institución nos retiene.

Instituciones del ver y saber, del conocer para llegar ser. Instituciones del profundo ser y parecer, del desgraciado desconocer para poder ser. Nada más que rimas que subliman.

Mi historia informa sobre el desconocimiento y mi descontento de lo que no consiento. Se calla lo que siento y por todo lo que reviento. Jaulas invisibles, tus límites invencibles.

Es la historia de lo que producen nuestros muros, de la veneración externa de lo puro… dogma del que huyo. Es sobre la puerta y la cerradura que no abre, sobre la madera y los muebles. Es el closet donde te escondes y me escondes… y luego será el desván, o quizás el ático, o al final, triste, viejo y polvoroso, tan sólo nos iremos al sótano. De cualquier forma parece que siempre quedarás encerrado. Crónica de un joto anunciado.

La historia aborda sobre la noche y el roce, sobre el efímero “entonces” y los amaneceres con resaca. Aborda sobre la cronología de mi cuenta, y que tú… ni en cuenta. Es la historia que se mezcla con un tercero tuyo que viene de vuelta y un cuarto mío que hace que todo se revuelva.

Son los hombres anexos que metimos para justificar la falta de nexos. Tu historial y mi historial. Tus relaciones pasadas y mis relaciones sexuales que se dan “de pasada”.

Un tercero y cuarto personajes para nuestra historia. Puntos divergentes y a la vez convergentes para sernos infieles. Es la parte de la historia de lo que no queremos saber y “vaya usté a saber”.

Es la historia alterna, la que se vive con comparación eterna, con eterno sinsabor y que se derrite por su calor. Es estadística de los besos que al otro nos damos. Es la confusión, es esa nuestra maldición.

Son los mensajes que me viste enviar el enojo que no pudiste evitar. Fueron mi error y son mi culpa. Primer acto, sale la acción; segundo acto, sale la reacción; tercer acto sale la ecuación ¿Cómo se llamó la obra? “Tú y yo no somos nada”.

Es historia sobre la barrera que nuestro histrionismo como trampa puso. Es sobre lo que la escuela no te enseñó sobre el reciclaje, de cómo es eso de tirar y después reutilizar. Es sobre lo que la iglesia no me enseñó sobre el infierno, de cómo evitar que el objeto sexual se torne objeto interno.

Así fue como probamos sus besos. Inseguros de qué hacer, sin saber si aún hay algo en el otro que valga la pena conocer. Pero así es esto de hacer amarres con Resistol.

Es historia de cómo olvidamos nuestros mensajes y los cambiamos por sus masajes. Risibles mis intentos de envío para ti, el otro destinatario. A ti, propietario de la dirección escrita en "Con Copia Oculta". Mensaje de amor no enviado y que nos son tan necesarios. Bandeja de salida que no encuentra ruta y se la pasa revolviendo culpas.

Cerradas las salidas, atrincheradas sin medida, lo cierto es que no hay salida.

No hay rutas de emergencia, tan sólo los elevadores, me llevas de arriba a abajo y a veces olvido que se siente tener los pies en la tierra. La realidad no me ancla, sólo me corta con sierra.

En la salida, yo “no corro, no grito y no empujo” sino todo lo contrario. Necesito un nuevo plan para desastres naturales de estricto horario. Tampoco es que viva un derrumbe ni que de una vez por todas por fin te arrumbe. Eres eso que el viento no se llevó, una depresión tropical, la destrucción que no quiere tener final.

Mientras tanto que escribo historias para mis memorias sigo preguntándome ¿Cómo solucionar problemas del corazón en condiciones atmosféricas adversas? ¿Por qué todo ha de ser color de rosa? Con canciones vivo contestándome “Y si fuesen mis canciones hechas para recordarte los momentos que tú fuiste mío… Y si fuese una emoción, toda esa bendecida pasión que por un instante me ha llevado lejos”. Pausini… sólo cántame.

Esta historia ya es reporte, ya no es literatura, es una simple ruptura. Son mis recomendaciones de psicólogo que nunca seguiré. Informe de problemas de ajuste que me imprimiré. Son estos el cúmulo de mensajes con copia oculta que nunca de los nuncas te enviaré. Lección de mi ex que nunca olvidaré.

Al final lo que me restan son los pixeles, puntitos de realidad siempre fieles, que me hacen sentir, que me hacen soñar, que me llegan a pulverizar… son mis setenta cuentas en redes para nunca socializar y evitar amar. Son mis conexiones con los followers hechas para no tener emociones ¿Hace cuánto que no me dedico un tuit con mis propias menciones?

Este texto no es más que un registro conductual, parafraseos de mi tiempo actual. Huyo de mí como tú huyes de mí. Pero tú olvidas cerrar sesión, yo olvido que ya no debería ponerte la misma atención.

Sin querer te abrí mi verdadera cuenta personal, pero hay una noticia fatal, en esa suerte de MySpace no quieres escribir una nota inaugural.

Tal vez escriba una nueva bio y a tu salud me beba todo un río. Quizá tampoco tome las riendas, a lo mejor y es la ocasión en que la vida me dice “para que aprendas”.

Pasa que a veces no pasa nada y lo que pasa tampoco es que me pase. Pasa que nada apasiona más que el propio psicodrama. Pasa todo en círculos sin deja vus, siempre pierdo la sorpresa y nadie se vuelve Primera Dama. Es la indiferencia como estilo de vida rumiante, esa pendejada de querer amarte.

He perdido el sentido del mensaje, se nos extravió el significado del faje. Ahora tan sólo nos hablamos y creemos respetarnos, ahora tan sólo no amamos y creemos respetarnos. Creencias irracionales las fantasías carnales.

Y quería por siempre abrazarte, y por siempre acompañarte, que valiéramos la pena. Y querías por siempre ser amigable, y por siempre conmigo ser amable, que valiera la pena evitáramos la pena. Pero yo quería esperarte, yo quería de nuevo tocarte, y quería besarte, al concierto de Britney Spears llevarte y quería no eliminarte.

Y dispuesto estaba a Cuarto ya no verlo, ni abrazarlo, ni besarlo, pero los tiempos corren y a Tercero tampoco querías dejarlo.

Tercero y Cuarto, las razones por las que parto. Tercero y Cuarto el final de nuestro relato. Tercero y Cuarto de quienes ya estoy harto.

Comienzo a creer que sólo no somos lo que siempre soñamos ser. Ayúdame a crecer, a dejar de parecer y tan sólo perecer. Dame razones para ya no creer, para terminar de entender, para la imaginación no extender, para las ilusiones dejar caer, para comprender que a tu vida no he de pertenecer.

Esto ya es peligroso, en el recuerdo ya no hay retozo… y en sus brazos… tampoco hay gozo. Cuarto ya visitó mi cuarto y de ti me escuchó hablar un rato. Hablándole de ti te resto significancia y de paso se me calma el ansia, que nombrarte es la única forma en que vuelva a tenerte en labio y encía.

El fuego me abrasa cuando seguro a él abrazas y cuando me tranquilizo a Cuarto doy las gracias.

Y le digo que lo extraño para ser contigo huraño; Y le digo que lo quiero para no admitir mi desespero. Entonces me pregunto si lo engaño, si se me pasara lo que por ti siento en un año.

Sonrisas miserables ya te doy todos los días cuando no quiero ni los buenos días. Tampoco soy tan anormal y tampoco eres la encarnación del amor fatal. Tampoco soy tan débil, tampoco eres tan frágil, tampoco soy tan desgraciado, tampoco eres tan desconsiderado ¿Tú y yo que somos?

La nada.

Sólo eres como mi titiritero y no me haces tan diferente a los tristuiteros. Tampoco es tan diferente el desplazamiento del deseo por el otro, tampoco es que no nos hagamos lo mismo. A lo mejor y no es tanto lo que desespero y al final tan solo sea un remedio casero.

Remedio que pasa del "caldo de pollo para las almas idiotas". Remedios que pasan de la olla exprés porque por naturaleza se desbordan y a las desgracias me arrojan.

Tampoco soy bueno con la cocina. Se me quema el agua y los platillos para dos. Me perdonan pero el mundo no se come a mordidas, no si no hay primero abrazos de cucharita. Abrazos de cucharita al mundo entero. Paliativos que te hagan y me hagan sentir bien. Dos para llevar y uno para ir comiendo.

Pero todo lo que como engorda y si a algo le tengo miedo es a engordar ¿así cómo? No tengo remedio, tan sólo de mi sin ti tengo miedo.

Ya no sé si darte las gracias, a ti, mi actual desgracia.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Besos de amor y belleza: La locura de la Reina Neherenia

Juventud, venga a nosotros tu reino y no nos abandones jamás, pues el día que nos faltase tu gracia, la terrible oscuridad de fin invisible cercados nos tendrá.

Maldición de fatua piel arrugada. Confinados seremos a tu desdén y a la locura de tus rumiantes viejas glorias.

Ten piedad de nosotros juventud, tengan piedad de nosotros, tiempo y gravedad. Tengan piedad de la hermosa y generosa Reina Neherenia, te rogamos inmaculada Señora de la Juventud.



Danos siempre besos de amor y belleza, Venus, pues de belleza es la aspiración humana y de admiración es la colectiva necesidad. Confundamos aplausos, desempolvemos las brochas, juntos engañemos a la soledad.

Reina Neherenia, a tus pies estamos y este post es tuyo.



- “      - Foto, foto” – Las personas se forman, amplían la sonrisa, disminuyen el abdomen. Así se preparan para la inmortalidad.

Dicen que una imagen dice más que mil palabras y que a las palabras se las lleva el viento. Pero allí, entre memoria visual, bastones y conos se acomodan los pixeles de la realidad en sus formas perfectas, esas únicas e irrepetibles que dan origen a la curva adecuada y forman el perímetro para que, en fascinante suma de sinapsis, la imagen quede registrada. La conexión primaria es única pues “como te ven te tratan” y súbditos somos de la primera impresión.

- Sonrían – El flash deslumbra, estrella eres y en estrellado te convertirás.
- ¡Las curvas de esa chica! ¡¿Quién habrá inventado esa preocupación que tanto nos excita?!

El ansia de tener juventud es ansia por la novedad y por poseer el “irresistible” olor a nuevo. Olor mezclado con el cándido mirar que nos hará presuponer la inocencia y permitirá incrementar(nos) el valor del cuerpo.

Así, lo más preciado que posee un cuerpo poco se parece a un corazón puro, se asemeja más al contenido del espejo como objeto. Juventud e inocencia presumen venir de la mano. Mano que al amor del otro suda y nunca pervierte, mano firme, mano santa de mañanas dominicales y mano negra por las noches, mano amiga de todas las madrugadas.

En la “inocencia” los cuerpos encuentran su social y femenino valor. Un cuerpo casto es un cuerpo de Dios. Valoramos las formas y su potencia, valorar lo que se tiene es bueno, pero pareciera que su presunción e intercambio también lo son.

Se intercambian los cuerpos para obtener poder y experiencia dentro de las culturas. Las virginidades se pactan, se compran; hay virginidades que se venden.

Un cuerpo experimentado es un cuerpo adulto y en él, entre lunares y cicatrices, ya están trazadas las rutas de las andanzas diarias. Entre más experiencia menor inocencia.
- “      

              - A veces los sueños se pueden volver pesadillas y lo que menos quiere un niño es convertirse en adulto”.

Deseamos los cuerpos jóvenes de las Amazonas tan llenos de vigor, piel tersa y deseo; se desdeña a la vieja Zirconia llena de cansancio, arrugas y mal humor ¿A quién le importa su experiencia ancestral cuando sobre la tabula rasa en flor yace el valor de una amazona? ¿Quién quiere leer entre arrugas cuando se puede escribir un orgasmo en el cuerpo por vez primera?

El mensaje es claro: Se rechaza la vejez porque la vejez es rechazo. Huele a muerte de lo social, del cuerpo como valor de uso y valor de cambio. Nadie ha de rechazar a Neherenia, hermosa y generosa.



Terror a la vuelta del calendario. Sailor Pluto venga a nosotros tu compasión y reloj no marques las horas porque hemos de enloquecer. “Guardián del tiempo, rompe el viento y cierra de una vez aquella misteriosa puerta del tiempo”. Padre guardián Cronos, otórganos las horas y minutos para tonificar, ejercitar y adelgazar. Maestra Mónica compártenos tu secreto de la encantada Clínica de Belleza. Como adictos a la imagen nos encomendaremos a la gracia de la perfección.

Bendecidos sean los remedios y rituales para rendir culto al cuerpo, que el cuerpo es templo de nuestra búsqueda de completar la autoimagen de piezas chuecas y deformadas.

Belleza, valor universal y a la vez de nadie. Cánones de occidente, oriente, norte y sur. En todos sentidos y a la vez sin sentido. La búsqueda de autoimagen se nos desborda y bienvenida sea la frivolidad. Así, la belleza toma su social función (¿Alguna vez tuvo otra?) y tener belleza se convierte en tener estatus.

La belleza es valor axiológico. La belleza es valor monetario. La estética no sabe responder con certeza qué es la belleza. Nos queda sólo la siguiente certeza:

Si se es bello entonces se es bueno, si se es bueno se es admirado, si se es admirado se es aceptado; la belleza es aceptación. Si la belleza nos recubre, desaparece entonces la fealdad interna. La belleza funge como máscara a Neherenia, como máscara y defensa, es herramienta de cuerpo y mente.

- “        - A veces los sueños se pueden volver pesadillas y lo que menos quiere Neherenia es convertirse en alguien odiado”.

Entre las máscaras vive el qué dirán, entre las caras vive el ni qué más decir. Tras una cara bonita viene la idolatría y la gracia. Las coquetas maneras se sientan a comer cuando los cuerpos juegan sobre las camas. Deséenme la belleza, deséenme que los desee.

El ser humano se atormenta por tener deseo, por las ideas paganas y de lujurias que se revuelcan entre sus lóbulos cerebrales; se le retuercen de escozor entre la memoria de los latigazos de la inquisición; entre la deuda eterna por el sacrificio del mesías por los pecados que aún no cometía.

La belleza es el goce por el otro.

El ser humano carga su cruz, la belleza es la cruz del mundo pero es una egoísta enmascarada, lo que más desea es ser admirado y reconocido. Fondos y símbolos que sólo el más cínico ha de aceptar. En una sociedad donde lo único que se posee cuando la pobreza ataca, es el cuerpo, este ha de ser instrumento único de las glorias permitidas.

“Recuerda que tu cuerpo y tú son lo mismo”. El cuerpo es la herramienta de trabajo, de industria capitalista o industria del sexo, como sea, cuanto más produzca tu cuerpo, más productivo eres tú. Mantenlo sano, come frutas y verduras, toma dos litros de agua al día y fumar es causa de cáncer. Que nadie sepa que te destruyes con tu agitado estilo de vida.

- ¡Sombra aquí, sombra allá! ¡Maquíllate! ¡Maquíllate! Un espejo de cristal y mírate y mírate.

Pero no me mires, que no me he puesto el maquillaje, no me mires que desnudos están mis defectos y podrías despreciarme. Defectuosos somos, la frivolidad lo ha dicho, lo ha vomitado sobre las ciudades, lo ha reflejado en el espejo Neherenia.

El cuerpo y otras cosas que no se aman, relatos del agua que por la tubería el dolor se lleva. Expulsión desde las entrañas de la vida que no nutre, de las calorías que sólo se multiplican, grasas que aterrorizan, boca que se cierra, alimento que no se mastica, trastorno alimenticio que aprovecha, yace y se anida.

Idea incómoda que hará desbordar la báscula; falta de equilibrio pues la felicidad sigue afuera y la angustia dentro. Es eso lo que pesa, pesa el miedo del cuerpo, y el pesar es por cuántos kilos se ha de pesar.

Vorágine delirante la alteración del pensamiento. El peso ideal es la vida ideal. Pero en el mundo de apariencias tras bambalinas yace la terrible oscuridad. ¡Rompa el espejo, rómpalo!




Sailor Galaxia enuncia la fórmula de la felicidad sin saberlo: Ese es su corazón, el centro de su odio y sufrimientos, se llama el Espejo Negro. Si usted lo rompe volverá a vivir y todo marchará a la perfección. Pero ¿Cómo romper la imagen si la imagen es lo único que sustenta?

Neherenia aunque rompa el centro de sus odios y sufrimientos nada le marchará a la perfección. Tras las pupilas color oro todo lo que ve lo hace en blanco y negro. Polaridad que no es otra cosa que su estrecha visión del mundo. Fealdad o belleza, felicidad o sufrimiento. Son las premisas dadas, el imperativo del dogma. Es la ley natural del paso del tiempo que no se olvida.

Fácil no es aceptar que uno puede convertirse en aquello que tanto detesta. Convertirnos en personas feas, en personas obesas, en personas viejas, en personas amargadas, en personas extremas.

Dicen que el tiempo cura todo y que el tiempo no perdona ¿Por qué ha de perdonarnos la vejez?

La inyección de botox no es en sí misma una inyección de vida; Paraliza los músculos pero no las manecillas. El destino de una guerrera puede ser luchar por el amor y la justicia, pero se olvida que su destino es también ser vieja algún día.

Sailor Galaxia trae de vuelta a la Tierra a la Reina Neherenia liberándola de la terrible oscuridad. Fatal primera imagen: Las mujeres que odia están en su primer día de clases de la preparatoria, tan jóvenes y tan llenas de amor. Pero te equivocas Neherenia, no es un capricho de ellas, es tu visión de blanco y negro, de polaridad enferma. Ellas también serán viejas.



La diferencia que radica entre las Scouts y Neherenia es que las primeras no han caído en cuenta de cuál es el miedo de Neherenia aún. La Reina ha generalizado que el glamour de la locura se paga con soledad y desprecio. Las Scouts a pesar de lo que sus ojos han visto, ellas ya no tienen miedo al final de sus días. Sobre un meteorito olvidaron su miedo a la soledad. Espantosa imagen para Fiore, tan horrorosa y llena de incredulidad que necesitó de un nuevo viaje espacial para comprenderlo.

¿Qué se hace cuando se quiere escapar de la realidad? Se inventan mundos, se consulta a la agencia de viajes que te lleva directo a Ilusión.

Por favor Pegaso, protege los sueños de Neherenia, sus sueños de juventud, sus sueños de no crecer, de tener tiempo y vida por delante, sus sueños de volver a empezar. Permite que se encierre en sí misma. Cualquier dolor se puede ocultar en otra dimensión, una dimensión sin tiempo ni espacio, alejada de la gravedad, donde pueda sola simplemente flotar.



Junten sus poderes Sailor Scouts. Cierren los ojos que ella también los cerrará al final. Sean buenas madres, otorguen besos de amor y belleza. Sailor Venus has favor de contener la risa y ayuda a encerrarla sin que parezca que ustedes son las malas.

Sailor Pluto, concede que se cumplan sus deseos sin que tenga que soplar velitas de cumpleaños.

Vuélvete loca Neherenia, Freud no dirá que es una regresión, sólo vuelve a ser niña y enciérrate.



Vas a luchar, vas a vivir, olvidarás el dolor, vas a querer, sentirás poder, podrás aguantar y el amor ya no se confundirá con ambición; entenderás la cínica moral, ansia de poder más allá del mal y más allá del bien; podrás olvidar el dolor que aprendiste, porque todo menos el amor ¡Era todo mentira! Tendrás sólo arte, libertad, fama… y por supuesto lo que más quieres: juventud.




Silencio lector, silencio, no le digan a Neherenia que las Sailor Scouts la están encerrando de nuevo, no le digan que la están dejando a su suerte en medio de una alucinación debido al trauma de verse derrotada, no vaya a pensar eso. Es tan sólo amor y justicia, lector. Ni por pienso Sailor Moon está solamente asegurándose de que nunca más secuestren a su hombre amado y maten a su hija, no, ella no es egoísta, ella está dando amor a Neherenia. A ella, la solitaria, la vanidosa, la malvada, la loca.



¡Saquemos globos y serpentinas! Neherenia lo ha logrado ¡se lo ha tragado todo! Ni siquiera fue necesario que Sailor Saturn nos emocionara de nuevo pensando que por fin nos mostraría su poder, ¡Neherenia entra en estado psicótico en nuestra pantalla! ¡Es una regresión, una auténtica regresión! ¡Que alguien llame a los psicoanalistas! ¡Es ahora una niña, se cree niña! ¡Evento traumático logra estado psicótico! ¡Es una adulta solitaria que al no poder enfrentar la realidad, regresa a un estado psíquico primitivo del que difícilmente saldrá!



¡Está loca, está loca! No vaya a negarlo lector ¡Neherenia está loca! Pero eso sí… ¡Qué bonita está!


Imagenes tomadas del excelente http://queen-nehelenia.tumblr.com/

sábado, 30 de julio de 2011

Maternidad apabullante, los 6 mil millones de hijos de Sailor Moon

Toda historia de guerra debe de contener al amor en algún momento, las dicotomías no son nada sin su contrario, no es casualidad que aquellos amores que se sacuden ante las desgracias sean aquellos que fascinen a la humanidad entera. Si bien todos tenemos capacidades y formas de amar que nos distinguen y hacen diferentes, cierto es que dependiendo del punto del planeta en el que nos encontremos hemos de vivirlo de diferente manera.
No es el mismo ejercicio de amar el practicado en occidente que en oriente, puesto que hombres y mujeres tenemos una construcción distinta de la cual no podemos excluir el ambiente que nos rodea.

Sin embargo Sailor Moon no escapa a la regla, pues es una historia caracterizada por el amor de sus personajes, amores que van desde las parejas mantenidas a través de los milenios, amor en forma de amistad y el amor hacia la humanidad. No obstante no puede negarse el hecho obvio como común denominador: En todas sus historias encontramos al sacrificio como punto nodal.

Sailor Moon se enmarca en el género del Shojo, es decir, aquél que va dirigido al público femenino adolescente. Sin embargo ¿Cómo podemos explicar el inaudito éxito en el público masculino? El Shojo original en Sailor Moon se ha convertido en un éxito Shonen a través de los años, encontrando un excepcional apoyo en el público de hombres adolescentes. Para poder llegar a la conclusión de ésta interrogante, es necesario explicar cuestiones anteriores.
Las mujeres, orientales u occidentales, de acuerdo a los estudios sobre el género, son construidas socialmente con la espera de la maternidad venidera algún día. Dicha maternidad ha de estar rodeada de la noción de amor maternal en el cual el cuidado al otro y el sacrificio por los seres amados, son atributos que pueden otorgarse socialmente a las “buenas madres”.

En Sailor Moon se presenta la relación maternal entre Serena (Usagi en el original, pero por razones de familiaridad utilizaré los nombres elegidos en el doblaje latino) y Rini (Chibiusa), sin embargo la relación entre ambas, es afectada por la temporalidad alterada de la serie, dado que Rini viaja al pasado y conoce a su madre cuando ella es aún adolescente, por lo cual la curiosa relación maternal entre ambas será retomada en un post superior.

La verdadera maternidad de Serena no es expresada con Rini, sino con la humanidad entera.

Serena ve interrumpida su adolescencia cuando una gata salta por su ventana para informarle la misión ineludible de salvar a la humanidad del ataque del Negaverso… y luego de la familia Black Moon, posteriormente de Los Cazadores de La Muerte hasta llegar a Sailor Galaxia en la última temporada, pero a grandes rasgos la estructura es mantenida: Sailor Moon debe decidir entre salvar a sus seres queridos o salvar a la humanidad.

Villanos de Sailor Moon

Serena no tiene opciones, a pesar de preferir actividades de ocio en vez de salvar al mundo, un elemento restrictivo es frecuente y la detiene, este elemento es la gata Luna.

En toda historia de superhéroes estos deben de contar con algún personaje que sirva de conciencia, Luna en este caso al ser un gato, tiene la posibilidad de colarse en la mayoría de las batallas para vigilar, amenazar y castigar cuando note que Serena flaquea en el deber-ser de Sailor Moon.

Luna es la conciencia femenina simbólica de las Sailor Scouts, Luna es parte de la servidumbre del Milenio de Plata, es madre (de la gata Diana en Sailor Moon S y Súper S en manga y anime respectivamente) es guardiana (en Pretty Guardian Sailor Moon la versión live action) y mujer que renuncia a su erotismo (Sailor Moon S: La Leyenda de la Princesa Kaguya).

Luna más que Mamá Ikuko o Reina Serenity (madre de Serena en la Tierra y Milenio de Plata respectivamente) funge como la madre de Sailor Moon ¿Por qué afirmo lo anterior? Porque es madre simbólica al transmitir los “mandamientos” de la feminidad esperada, el miedo al qué dirán, enseña cómo ser buena novia, cura sus heridas, la acuesta, la levanta temprano, acompaña a la escuela, lleva el almuerzo, regaña sus holgazanerías y advierte las consecuencias de apartarse de la “misión”. Luna al hacerlo es una “buena madre”.

Luna y Sailor Moon

La “misión” engloba por completo el deber-ser de las Sailor Scouts. Los planteamientos de los estudiosos del género femenino explican que una de las bases de la construcción social de la feminidad es el ser-para-otros, es decir, la constante anteposición de las necesidades de los otros a las propias como un acto de expresión de amor. Podemos verlo en las veces en que una mujer renuncia a sus deseos por el hecho de cuidar a sus padres, hermanos, hijos o parejas, incluso a otras mujeres, pues la enseñanza social radica en que aquella mujer que no sirve a los otros, es mujer que no sirve (aún no estás lista para casarte, no seas egoísta son tus hijos, sirve a tu marido, etc), por lo cual aquella mujer que no tiene “instintos” maternales sin duda es una “mala mujer”.

Como actos de madre podemos entender sobre todo el cuidado-del-otro, satisfacción-del-otro, renuncia y sacrificio-por-el-otro. Como se espera siempre que las mujeres sean madres, feminidad y maternidad están fusionadas dentro de la concepción social. Si las Sailor Scouts son mujeres ¿Por qué habrían de ser la excepción?
Luna como buena-madre debe enseñar a Serena/Sailor Moon a serlo también, pues de fallar Sailor Moon el error no sería de Serena sino que ha de atribuírselo Luna como fallo en su propia misión de ser buena-madre. Por ello ocurre la excesiva insistencia de la pequeña gata de impedir toda realización de los deseos autónomos de Serena. Si Serena fuese autónoma resultaría un peligro pues aún es inmadura; Luna debe criarla como Sailor Scout. El fallo de Luna sería un daño en su integridad misma, el centro de su identidad femenina.  




Por ello la “misión” de las Sailor Scouts es la exacerbación de la feminidad que se desborda. La misión no permite otras alternativas como podemos ver en que Mina nunca es cantante y Amy nunca viaja a Estados Unidos. La restricción es general y no sólo para Sailor Moon.

Sin embargo la realización de las propias aspiraciones no es igual para todas, tal es el caso de las Sailor Guerreras (una clasificación para las Sailor Scouts de los planetas exteriores quienes no están bajo la vigilancia de Luna) Sailor Uranus y Sailor Neptune. Sabido es que ellas marcan un punto y aparte respecto a las demás Scouts pues al ser de mayor edad ellas han realizado actividades que les han dado fama y prestigio mundiales. Pero estas Scouts no son como las demás, ellas mantienen una relación lésbica.

De las mujeres se espera que sean de cromosomas XX, que tengan vagina, que se asuman como mujeres, que sean femeninas, se casen con un hombre, tengan hijos y por supuesto que tengan “instinto” maternal.
La orientación sexual homosexual de Uranus y Neptune escapa a la regla social del párrafo anterior y al romperse la cadena en ellas no vemos una maternidad hacia la humanidad, el compromiso de salvación ocurre sólo entre ellas, porque el aprendizaje social repercute en la creencia de que sólo se tienen a ellas mismas.  

Sailor Neptune y Sailor Uranus

Sailor Pluto, la guardiana de la puerta del tiempo, a pesar de ser Sailor Guerrera también y no una Scout de los planetas interiores no obstante su aparición cronológica, no es lesbiana, por lo cual está “autorizada” para ser madre sustituta.
Los postulados de los estudios del género marcan que todas las mujeres son madres así nunca hayan parido. Tal es el caso de Sailor Pluto a quien nunca se le ve interés por alguna pareja en particular pero es madre sustituta de Rini “La Pequeña Dama” y de Hotaru, de esta manera ejerce su maternidad individual y general en el sacrificio mortal que hace en el final de Sailor Moon S cuando detiene el tiempo y muere para que Uranus y Neptune puedan ayudar a la gran madre Sailor Moon.

Sailor Pluto y sus hijas simbólicas

Para finalizar este post podemos concluir que en esta serie los esquemas de género son fuertemente expresados a pesar de la diversidad sexual que se presenta. No debe catalogarse a Sailor Moon como una “caricatura” pues en México entendemos caricatura como producto dirigido a la infancia; Sailor Moon es un anime Shojo para adolescentes y adultos con el sub género Magical Girl, de allí que se permita la diversidad sexual, pero en sus bases profundas encontramos esquemas arraigados de feminidad esperada.
La culminación de éste post la haré con una excelente observación que hizo @LaurisAngie al comentarle el tema de este artículo:  En Sailor Moon R: La Promesa de la Rosa, primer largometraje de la serie, Luna se pregunta si “estarán bien las muchachas” a lo que Rini responde “No te preocupes, Sailor Moon es mamá de todos”. Con lo anterior podemos confirmas que Sailor Moon aprende que para ser guerrera, debe ser madre.

La Reina Serena, madre de La Pequeña Dama

jueves, 28 de julio de 2011

Bienvenidos que el Dr. Jeckyll se transforma en Mr. Hyde

Pudiera agradable no ser, pero cierto es que alguna vez he tenido el deseo de ser una perversión, aquello que por ser Otro es diferente del Uno-Mismo. Ocurre que a veces las dos caras de la moneda pueden no querer mirarse una a la otra, por la razón de observar en lo inverso el reflejo de lo propio que no quiere ser mirado. Imposibilitadas entonces de convivir en un solo cuerpo, se dividen en la virtualidad para coexistir en la armonía soluble de la sangre que comparten.

Dicotomía cíclica y derivada del deber-ser; no es otra cosa más que el cristal con que se mire. Cristal que juzga, segrega, diagnostica y atiende es el que posee la primera cara;  En la segunda cara es Cristal del poder tirano en su ejercicio, concentración de la cura, la falsa bondad, la verdadera normalidad entendida desde la sociología. En el uno es el cristal del ojo clínico que como instrumento la Psicología encierra, en la otra es el mítico Cristal de Plata.

Primera cara, Tiko: Estudiante de séptimo semestre de Psicología, habitante de “La Ciudad de La Esperanza” México Distrito Federal. Conocedor de los alcoholes baratos y las buenas fiestas. Amante de los momentos, con rasgos del trastorno narcisista de la personalidad y paciente psicoterapéutico desde hace diez años.

Segunda cara, Sailor GaIaxia: Léase con i máyuscula pues se debe a la tradición tuitera. Legendaria Sailor Scout, la más poderosa capaz de encerrar el Caos dentro de sí; Tirana y estética, decidida y mortífera posee la “Luz de la Esperanza”. Conocedora de las aspiraciones de los “corazones puros”, lectora de los “espejos de los sueños”, comedora compulsiva de las esencias, esas sus perseguidas “semillas estelares”.

Establecidas las diferencias y en ejercicio de construcción de subjetividades diversas, una tratando de anclarse en la realidad y la otra en la virtualidad, encuentran en las subjetividades mediáticas ocurridas a través de las redes sociales, la perfecta sazón para escribir en disonancia y en concordancia.

¿De qué tratará este blog? De la inacabable tragedia humana, del castigo, sobre la aspiración, acerca de la moralina y la moraleja; de todo y nada, las razones para parecer sinrazón y desaparecer con razón.
Sin más que añadir, bienvenidos.