sábado, 30 de julio de 2011

Maternidad apabullante, los 6 mil millones de hijos de Sailor Moon

Toda historia de guerra debe de contener al amor en algún momento, las dicotomías no son nada sin su contrario, no es casualidad que aquellos amores que se sacuden ante las desgracias sean aquellos que fascinen a la humanidad entera. Si bien todos tenemos capacidades y formas de amar que nos distinguen y hacen diferentes, cierto es que dependiendo del punto del planeta en el que nos encontremos hemos de vivirlo de diferente manera.
No es el mismo ejercicio de amar el practicado en occidente que en oriente, puesto que hombres y mujeres tenemos una construcción distinta de la cual no podemos excluir el ambiente que nos rodea.

Sin embargo Sailor Moon no escapa a la regla, pues es una historia caracterizada por el amor de sus personajes, amores que van desde las parejas mantenidas a través de los milenios, amor en forma de amistad y el amor hacia la humanidad. No obstante no puede negarse el hecho obvio como común denominador: En todas sus historias encontramos al sacrificio como punto nodal.

Sailor Moon se enmarca en el género del Shojo, es decir, aquél que va dirigido al público femenino adolescente. Sin embargo ¿Cómo podemos explicar el inaudito éxito en el público masculino? El Shojo original en Sailor Moon se ha convertido en un éxito Shonen a través de los años, encontrando un excepcional apoyo en el público de hombres adolescentes. Para poder llegar a la conclusión de ésta interrogante, es necesario explicar cuestiones anteriores.
Las mujeres, orientales u occidentales, de acuerdo a los estudios sobre el género, son construidas socialmente con la espera de la maternidad venidera algún día. Dicha maternidad ha de estar rodeada de la noción de amor maternal en el cual el cuidado al otro y el sacrificio por los seres amados, son atributos que pueden otorgarse socialmente a las “buenas madres”.

En Sailor Moon se presenta la relación maternal entre Serena (Usagi en el original, pero por razones de familiaridad utilizaré los nombres elegidos en el doblaje latino) y Rini (Chibiusa), sin embargo la relación entre ambas, es afectada por la temporalidad alterada de la serie, dado que Rini viaja al pasado y conoce a su madre cuando ella es aún adolescente, por lo cual la curiosa relación maternal entre ambas será retomada en un post superior.

La verdadera maternidad de Serena no es expresada con Rini, sino con la humanidad entera.

Serena ve interrumpida su adolescencia cuando una gata salta por su ventana para informarle la misión ineludible de salvar a la humanidad del ataque del Negaverso… y luego de la familia Black Moon, posteriormente de Los Cazadores de La Muerte hasta llegar a Sailor Galaxia en la última temporada, pero a grandes rasgos la estructura es mantenida: Sailor Moon debe decidir entre salvar a sus seres queridos o salvar a la humanidad.

Villanos de Sailor Moon

Serena no tiene opciones, a pesar de preferir actividades de ocio en vez de salvar al mundo, un elemento restrictivo es frecuente y la detiene, este elemento es la gata Luna.

En toda historia de superhéroes estos deben de contar con algún personaje que sirva de conciencia, Luna en este caso al ser un gato, tiene la posibilidad de colarse en la mayoría de las batallas para vigilar, amenazar y castigar cuando note que Serena flaquea en el deber-ser de Sailor Moon.

Luna es la conciencia femenina simbólica de las Sailor Scouts, Luna es parte de la servidumbre del Milenio de Plata, es madre (de la gata Diana en Sailor Moon S y Súper S en manga y anime respectivamente) es guardiana (en Pretty Guardian Sailor Moon la versión live action) y mujer que renuncia a su erotismo (Sailor Moon S: La Leyenda de la Princesa Kaguya).

Luna más que Mamá Ikuko o Reina Serenity (madre de Serena en la Tierra y Milenio de Plata respectivamente) funge como la madre de Sailor Moon ¿Por qué afirmo lo anterior? Porque es madre simbólica al transmitir los “mandamientos” de la feminidad esperada, el miedo al qué dirán, enseña cómo ser buena novia, cura sus heridas, la acuesta, la levanta temprano, acompaña a la escuela, lleva el almuerzo, regaña sus holgazanerías y advierte las consecuencias de apartarse de la “misión”. Luna al hacerlo es una “buena madre”.

Luna y Sailor Moon

La “misión” engloba por completo el deber-ser de las Sailor Scouts. Los planteamientos de los estudiosos del género femenino explican que una de las bases de la construcción social de la feminidad es el ser-para-otros, es decir, la constante anteposición de las necesidades de los otros a las propias como un acto de expresión de amor. Podemos verlo en las veces en que una mujer renuncia a sus deseos por el hecho de cuidar a sus padres, hermanos, hijos o parejas, incluso a otras mujeres, pues la enseñanza social radica en que aquella mujer que no sirve a los otros, es mujer que no sirve (aún no estás lista para casarte, no seas egoísta son tus hijos, sirve a tu marido, etc), por lo cual aquella mujer que no tiene “instintos” maternales sin duda es una “mala mujer”.

Como actos de madre podemos entender sobre todo el cuidado-del-otro, satisfacción-del-otro, renuncia y sacrificio-por-el-otro. Como se espera siempre que las mujeres sean madres, feminidad y maternidad están fusionadas dentro de la concepción social. Si las Sailor Scouts son mujeres ¿Por qué habrían de ser la excepción?
Luna como buena-madre debe enseñar a Serena/Sailor Moon a serlo también, pues de fallar Sailor Moon el error no sería de Serena sino que ha de atribuírselo Luna como fallo en su propia misión de ser buena-madre. Por ello ocurre la excesiva insistencia de la pequeña gata de impedir toda realización de los deseos autónomos de Serena. Si Serena fuese autónoma resultaría un peligro pues aún es inmadura; Luna debe criarla como Sailor Scout. El fallo de Luna sería un daño en su integridad misma, el centro de su identidad femenina.  




Por ello la “misión” de las Sailor Scouts es la exacerbación de la feminidad que se desborda. La misión no permite otras alternativas como podemos ver en que Mina nunca es cantante y Amy nunca viaja a Estados Unidos. La restricción es general y no sólo para Sailor Moon.

Sin embargo la realización de las propias aspiraciones no es igual para todas, tal es el caso de las Sailor Guerreras (una clasificación para las Sailor Scouts de los planetas exteriores quienes no están bajo la vigilancia de Luna) Sailor Uranus y Sailor Neptune. Sabido es que ellas marcan un punto y aparte respecto a las demás Scouts pues al ser de mayor edad ellas han realizado actividades que les han dado fama y prestigio mundiales. Pero estas Scouts no son como las demás, ellas mantienen una relación lésbica.

De las mujeres se espera que sean de cromosomas XX, que tengan vagina, que se asuman como mujeres, que sean femeninas, se casen con un hombre, tengan hijos y por supuesto que tengan “instinto” maternal.
La orientación sexual homosexual de Uranus y Neptune escapa a la regla social del párrafo anterior y al romperse la cadena en ellas no vemos una maternidad hacia la humanidad, el compromiso de salvación ocurre sólo entre ellas, porque el aprendizaje social repercute en la creencia de que sólo se tienen a ellas mismas.  

Sailor Neptune y Sailor Uranus

Sailor Pluto, la guardiana de la puerta del tiempo, a pesar de ser Sailor Guerrera también y no una Scout de los planetas interiores no obstante su aparición cronológica, no es lesbiana, por lo cual está “autorizada” para ser madre sustituta.
Los postulados de los estudios del género marcan que todas las mujeres son madres así nunca hayan parido. Tal es el caso de Sailor Pluto a quien nunca se le ve interés por alguna pareja en particular pero es madre sustituta de Rini “La Pequeña Dama” y de Hotaru, de esta manera ejerce su maternidad individual y general en el sacrificio mortal que hace en el final de Sailor Moon S cuando detiene el tiempo y muere para que Uranus y Neptune puedan ayudar a la gran madre Sailor Moon.

Sailor Pluto y sus hijas simbólicas

Para finalizar este post podemos concluir que en esta serie los esquemas de género son fuertemente expresados a pesar de la diversidad sexual que se presenta. No debe catalogarse a Sailor Moon como una “caricatura” pues en México entendemos caricatura como producto dirigido a la infancia; Sailor Moon es un anime Shojo para adolescentes y adultos con el sub género Magical Girl, de allí que se permita la diversidad sexual, pero en sus bases profundas encontramos esquemas arraigados de feminidad esperada.
La culminación de éste post la haré con una excelente observación que hizo @LaurisAngie al comentarle el tema de este artículo:  En Sailor Moon R: La Promesa de la Rosa, primer largometraje de la serie, Luna se pregunta si “estarán bien las muchachas” a lo que Rini responde “No te preocupes, Sailor Moon es mamá de todos”. Con lo anterior podemos confirmas que Sailor Moon aprende que para ser guerrera, debe ser madre.

La Reina Serena, madre de La Pequeña Dama

jueves, 28 de julio de 2011

Bienvenidos que el Dr. Jeckyll se transforma en Mr. Hyde

Pudiera agradable no ser, pero cierto es que alguna vez he tenido el deseo de ser una perversión, aquello que por ser Otro es diferente del Uno-Mismo. Ocurre que a veces las dos caras de la moneda pueden no querer mirarse una a la otra, por la razón de observar en lo inverso el reflejo de lo propio que no quiere ser mirado. Imposibilitadas entonces de convivir en un solo cuerpo, se dividen en la virtualidad para coexistir en la armonía soluble de la sangre que comparten.

Dicotomía cíclica y derivada del deber-ser; no es otra cosa más que el cristal con que se mire. Cristal que juzga, segrega, diagnostica y atiende es el que posee la primera cara;  En la segunda cara es Cristal del poder tirano en su ejercicio, concentración de la cura, la falsa bondad, la verdadera normalidad entendida desde la sociología. En el uno es el cristal del ojo clínico que como instrumento la Psicología encierra, en la otra es el mítico Cristal de Plata.

Primera cara, Tiko: Estudiante de séptimo semestre de Psicología, habitante de “La Ciudad de La Esperanza” México Distrito Federal. Conocedor de los alcoholes baratos y las buenas fiestas. Amante de los momentos, con rasgos del trastorno narcisista de la personalidad y paciente psicoterapéutico desde hace diez años.

Segunda cara, Sailor GaIaxia: Léase con i máyuscula pues se debe a la tradición tuitera. Legendaria Sailor Scout, la más poderosa capaz de encerrar el Caos dentro de sí; Tirana y estética, decidida y mortífera posee la “Luz de la Esperanza”. Conocedora de las aspiraciones de los “corazones puros”, lectora de los “espejos de los sueños”, comedora compulsiva de las esencias, esas sus perseguidas “semillas estelares”.

Establecidas las diferencias y en ejercicio de construcción de subjetividades diversas, una tratando de anclarse en la realidad y la otra en la virtualidad, encuentran en las subjetividades mediáticas ocurridas a través de las redes sociales, la perfecta sazón para escribir en disonancia y en concordancia.

¿De qué tratará este blog? De la inacabable tragedia humana, del castigo, sobre la aspiración, acerca de la moralina y la moraleja; de todo y nada, las razones para parecer sinrazón y desaparecer con razón.
Sin más que añadir, bienvenidos.